El miedo a las cosas nuevas, conocer otra gente, vivir otra realidad, respirar aires diferentes, hace que los cambios sean muchas veces acontecimientos difíciles de asimilar.
Tirar la moneda y apostar por empezar de nuevo es uno de esos cambios que pocos nos atrevemos a afrontar, es de esos pasos que no muchos pueden dar, pero la vida esta llena de apostadores, y pocos son los ganan.
Apostar por un nuevo comienzo, por redoblar el esfuerzo, por saltar una vez más el trampolín, sin tener la seguridad infalible de que todo tendrá éxito; por supuesto que no podemos estar seguros de ello, pero el mundo esta hecho para los guerreros, para los que se atreven, para los que dicen, "yo puedo hacerlo", "yo debo confiar", "yo debo arriesgarme, mi sueño es una posibilidad". Tener esta convicción es difícil en un mundo poco seguro y accidentado, pero somos ese pedacito de Dios, esa porción de amor materializada, y somos capaces de triunfar ante la adversidad, de sobreponernos a los cambios, de tomar los retos y pasarlos, de saltar la valla cuantas veces sea necesario.
Si debes cambiar, o empezar de nuevo para mejorar, no dejes pasar cada oportunidad, cada día, cada hora, cada segundo, cada lugar, cada persona, cada compañero, cada amigo, cada pequeña cosa que nos dice, estás en el camino correcto, sigue adelante, no desfallezcas...
Ve, persigue tu sueño, deja atrás aquello que te estaba distrayendo, empieza de nuevo, toma aire y vuelve a la carrera, no importa si te has caido una, dos, tres veces, no interesa el número, lo único que importa es que cambies todo aquello que no te hace mejor, y nunca pero nunca pierdas tu esencia, sigue siempre ADELANTE.....
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