Escena V
Esperaba sola en la esquina
la damisela de azules pupilas
se hallaba roja su piel albina
por recordar al dador de las flores lilas...
Buscaba sentido para tal sentimiento,
que explicar no podía de momento,
ella sentada sola, eso no tenía sentido,
¿sería posible...? ¿perdido él por el camino?
Sus Manos sudaban, su corazón latía
y esa imagen en su mente:
Un Apuesto galán y no era por suerte,
-soy muy bella- pensó y se calmó derrepente,
y de nuevo se dijo-quien mucho se hace esperar
no merece mi amor, solo la muerte...
Divisó a lo lejos un mar de gente,
un mundo entero y no el suyo,
no sabes que cerca esta el mundo tuyo
y que esperando estarás eternamente...
Traían cargándolo en andas,
y no era la niña de la lámpara azul:
..."damisela agudiza muy bien tus pupilas,
a tu encuentro y en un enorme baúl
traen al dador de las flores lilas....
Luis Angel!!
E. J. A.